domingo, 11 de abril de 2010

¡Nena!

En un bar, el de la barra intentando comerle la oreja y "lo que surja" a unas cuarentonas. 

- ¿Qué te pongo, nena?

Una de las cuarentonas con cara de "¡tú de que coño vas, tio!":

- ¿Nena?
¿Me lo dices a mí?

El de la barra, superlativo e irónico, como si estuviese preguntando aquello de "¿Estudias o trabajas?".

- Perdón ¿señora o señorita?

La cuarentona, por costumbre:

 - Señora. Yo ya nací señora.

Y al oirse a si misma decir la frase, sus recuerdos la llevan al momento y al lugar exactos, hace ya más de veinte años "No me llames nena. Yo soy una señora, por nacimiento". 

- Una clara, por favor.




"Ella nunca bebía ni la ví llorando"

Al contrario que tú, yo nunca enloquecí, jamás perdí el control. 

Y me ha dicho la gente que ahora tú también eres formal, pero mira que me gustaba cuando me llamabas nena.

sábado, 3 de abril de 2010

Pensamientos en cien mililitros

Tumbada en la hamaca. He acabado de comer. Sobre la mesa, un café, en las manos un libro.

Cuantas veces habrán cruzado el cielo que hay sobre mi hamaca los aviones plateados de El Prat. Miles, cientos. Cientos de miles. Pero son solamente aviones que cruzan el cielo. Ni siquiera oigo el ruido cuando pasan, por eso a veces ni existen. Como tantas cosas.

Con los años me he vuelto tan pragmàtica como cualquera. Lo que no se ve ni se oye, ni se siente, definitivamente no existe... Como el hambre en África.

Pero he visto los aviones cruzando sus estelas de humo. 

Tal vez porque Gema viajaba a esas horas en un avión como los que sobrevolaban mi cabeza... 100 mililitros por envase. 

Basta con ponerle cara y querencias a los pensamientos para que importen más, tomen forma y existan. 

Ha sido entonces cuando los he visto. Como veo el hambre en África y la guerra en Oriente Medio.



Cuatro aviones volando por encima de mi cabeza, ciento o más personas en cada uno de ellos, con sus ciento o mas equipajes, con sus ropas, sus 100 mililitros de jabones y cremas, con sus 100 mililitros de ilusiones, 100 mililitros de respeto a volar, 100 mililitros de pensamientos ocultos y privados expandiéndose en las alturas y mezclándose con los pensamientos ocultos y privados de ésos íntimos desconocidos que viajan hacia el mismo lugar. 

Me he quedado dormida... y cuando me he despertado el sol tocaba mis párpados y me quería cegar.

Un mensaje de Gema en el móvil.

"H llgdo bn. Abrl n Svilla 1 mrvilla. 1 bs".

Y pienso que me gusta Gema. Me importa mucho su alegría y que haya llegado bien. 

Y en que me gustaría tener más amigos, con cara y ojos, en muchas más partes del mundo. También en África...

Tarareo una canción:

"Mi nombre es Africa,
la que en un tiempo al Eden 
hizo enloquecer de celos..."


Pero estoy de vacaciones. Y vuelvo a quedarme dormida.