domingo, 29 de enero de 2012

CO2



No sabían cuanto iba a durar aquel dulce intercambio de aire.

¿Y si uno de los dos perdía el conocimiento y retiraba sus labios del otro?

Por eso entraron en el agua e inmovilizaron sus cabezas atándose un pañuelo alrededor.

A los 10 minutos ya estaban inconscientes...


No encontraron mejor manera de acabar con ésa desesperación que compartir el último oxígeno que emitían sus bocas.

.