sábado, 13 de enero de 2007

Oráculo infantil

Me gusta el número siete.
Desde siempre, el siete.
Cuando era adolescente, por esa necesidad que tenemos los humanos de hacer de las casualidades algo con trasfondo, con algún oculto significado, mi amiga del alma y yo inventamos un oráculo con los números.
Un oráculo infantil, absurdo, pero que nos hacía sonreír mientras caminábamos y charlábamos, como dos pajaritos…



Se trataba de ver matrículas de coche.
Y si en ella estaba más de dos veces tu número favorito, significaba cosas.

* Dos sietes: “Él está pensando en ti”
* Tres sietes: “Él te quiere”
* Cuatro sietes: “Él te va a pedir para salir”

“Él” siempre era el chico que te gustaba.
Mi amiga del alma tenía el cinco cómo número favorito.
“¡Mira! ¡Cuatro cincos! ¿Y que le vas a decir? ¿Qué sí o que no?”
“Ualaaaa! Tres sietes! ¡Lo sabía, lo sabía! Cómo me diga algo, me muero…”

Ha llovido mucho desde mis 13 años, cuando en un día afortunado encontré a mi amiga del alma.
Hemos buscado juntas en todas las matriculas que veían nuestros ojos.

Hoy sigo mirando las matrículas de los coches.
Cuando voy al trabajo, hago siempre el mismo recorrido.
Hace una semana, una de las calles por donde paso siempre estaba cortada, y el tráfico estaba desviado por otra calle.
Y allí había un coche aparcado, con tres sietes…

Aunque la calle ya no está cortada, ahora, cada día cuando voy al trabajo me desvío para pasar por esa calle.

Los días que veo el coche con los tres sietes, me sonrío y me siento tan absurdamente feliz... que esta historia merece estar en el trastero.

7 comentarios:

  1. Te mando siete sietes, o sea, 7,7,7,7,7,7,7 para intentar que seas feliz en tu trastero, y adjunto siete besos, o sea, muac, muac, muac, muac,muac,muac y muac para hacer más fuerza...
    y además sitos mil.
    ejemmm... y no lo repito 7 veces porque me parece excesivo...;)

    ResponderEliminar
  2. Yo también hago algo parecido con las matrículas: sumo todos los dígitos y con el número resultante de nuevo vuelvo a sumar los dos dígitos, con lo que al final me queda un número del uno al nueve. Y siempre busco matrículas en las que ese número sea el cuatro porque el cuatro es el número que sale tras sumar todos los dígitos de la fecha de mi nacimiento. Aunque tampoco veo ningún significado oculto en ello, sólo es una costumbre, y más ahora trabajando donde trabajo. Menudo rollo te he soltado.
    De pequeñas historias como ésta que cuentas están hechas las grandes historias.
    Setenta veces siete...
    Besos.

    Postdata: Peugeot 205 blanco, O- 3511-BG. Lo siento, no hay sietes.

    ResponderEliminar
  3. Iba a decir que que raras sois las tías, pero tras leer el comentario de fran...

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Ayssss....que me pongo tonta...que me has hecho acordarme de esas pequeñas tonterias que algun dia a mi tambien me toco hacer. Lo de las matrículas me lo sabía :)) pero nosotras eramos más de sumar el numero de billete de autobus, sumar los digitos y hacerlos coincidir con una letra del abecedario. Por la inicial que te saliese empezaria el nombre del chico que ibas a conocer y te iba a gustar...jajajaja...es buenisimo estar contando esto despues de tantos años!!!!
    Gracias por visitar mi blog; vuelve cuando quieras. Me pido abono para el tuyo!!!!
    Un besazo,
    Lena.

    ResponderEliminar
  5. Pero bueno, Trasto...ya han pasado 7 días ( contando el primero del post y hoy), así que, a ver si vamos dejando de sumar y al tajo!!...:o)
    sitos mil.

    ResponderEliminar
  6. Eso, eso, que yo ya pasaba por aqui a leer la siguiente actualización ;))
    Besitos!
    Lena.

    ResponderEliminar
  7. Muy bello e inusual tu recuerdo, nunca había escuchado semejante cosa, jeje. Nos has contagiado, ahora estaremos mirando matrículas y saltando de rama en rama como pajaritos contentos.

    Ciao

    ResponderEliminar