miércoles, 21 de febrero de 2007

Me duele...

... mi país.

Por eso, en mi currículum, en lugar de poner:
Nacionalidad: Iraquí

he puesto:
Nacionalidad: Mesopotámica


Pienso en los que se detendrán dos minutos a mirar mi historia de papel, esa que reparto por todos los buzones para encontrar un trabajo y vivir.

Algunos pensarán que ha sido un descuido y con suerte, no relacionarán Mesopotamia con mi país.

Pensarán en la tierra de los dos ríos que según la leyenda, regaban los jardines del Edén.


Otros reirán.

Incluso habrá quien no le de más importancia, y me coloque en la bandeja de los preseleccionados... (ojalá)

Y sin duda, alguien dirá: "Que lástima... le duele su país."



N.A. Basado en una historia real, ocurrida el día 21 de un Febrero cualquiera, en una oficina cualquiera, durante un proceso de selección cualquiera...

7 comentarios:

  1. Qué duro que a una persona le tenga que doler su país hasta ese punto, qué duro... Y qué mala memoria histórica tenemos en tantos y tantos países que ahora acogemos de tan displicente manera a estos emigrantes, que ya no recordamos cuántos de nuestros antepasados tuvieron que irse con ese mismo dolor en el alma...

    Muy emotivo tu post. Un saludo.

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  2. ¿La seleccionaron? ¿Quizá debo decir "la seleccionaste"?

    Besos.

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  3. No sé bien como he llegado hasta aquí, o mejor cómo he adivinado que eras tú, creo que no me confundo, ¿verdad hermana?, me alegro un montón.
    ¡qué blog mas genial!
    Mesopotamia, suena bien, pero... ¿Irak? ¡al menos recibimos bien, muy bien en aquel "avión de la vida" a los hijos, a aquellos niños tristes y les devolvimos la felicidad.

    Un beso

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  4. En mi proceso de selección quedas contratada para cualquier perfil. Un placer leerte y visitarte aquí.
    Besos

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  5. Da pena que a muchos después de lo que le ha pasado le cueste admitir su nacionalidad.

    Saludos

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  6. Hola! Me parece triste que en esta sociedad a veces haya que renegar de una nacionalidad para que no te tachen de a saber qué...
    Saludos del cianúrico

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  7. esperar que el mundo cambie, es una quimera, pero individualmente, en pequeños colectivos, si que es posible. Entrar aquí es entrar en un mundo mucho más en paz y más solidario por eso vengo aquí como un okupa
    Un abrazo solidario

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