Prefiero el infierno de cada verano, la jornada intensiva hasta las 15:00 (es la hora de la fresca en la carretera), llegar a casa chorreando de sudor, ducharme ràpido y comer tomates con sal y queso con vino tinto en ropa interior, ver un rato los cotilleos de la tele tirada en el sofá, hacer siesta, merendar, leer, no cenar, acostarme tarde, levantarme temprano...
Y cuando tenga vacaciones laborales al otro infierno, a la playa abarrotada de gente, a pelearme con la brisa marina en el chiringuito mientras llevo en la mano platos de plástico con bravas y pincho de tortilla, apuntarme a cualquier barbacoa que se tercie, y las cosas típicas del infierno. Me encantan...
Y visto que en el cielo sólo hay vida sana, queso Philadelphia Light y café Nespresso (me aseguran que descafeinado), he decidido que de momento, el cielo puede esperar.
Hummmm... ¿Me ha parecido que me está proponiendo un "acuerdo", Sr. Malkovich?
;D
Si en el cielo está Malkovich....creo que seré buena en este vida jajajajajaj
ResponderEliminarBesicos
el cielo, el infierno y el invierno, que no ha nada como el verano con arena y sal
ResponderEliminarun okupado